ENSAYO SOBRE LA HISTORIA NATURAL DE CHILE

Desde la primera publicación de esta obra en 1782, debieron transcurrir tres decenios hasta que Juan Ignacio Molina, después de una prolija revisión y actualización publicó en 1810 la segunda edición de Ensayo sobre la Historia Natural de Chile. Esta vez insertó nuevas materias, hasta llegar a duplicar la obra original; corrigió los errores, especialmente en la sección botánica y agregó un completo catálogo latino de la flora chilena. A esto sumó también, dos catálogos de términos araucanos relativos a la historia natural y mejoró la redacción. En resumen, se trata de una obra completamente diferente, aun cuando el autor la llamó segunda edición. En esta obra, el abate Molina estudió aspectos tan diversos como la climatología, botánica, geología, zoología, mineralogía y geografía física del territorio. La redacción fue difícil, ya que no podía acceder al territorio sobre el que escribía, y debió recurrir a sus recuerdos y a una gran cantidad de informes de distintos viajeros europeos que habían visitado el país. Consultó los trabajos inéditos de otros jesuitas como Alonso de Ovalle, Diego de Rosales y Felipe Gómez de Vidaurre. Por esta obra Juan Ignacio Molina es considerado el primer naturalista chileno.